Estoy hecho por mis tiempos.
Soy creación del ahora.
Sacudido por los golpes, y las grietas.
No me rindo con facilidad.
No me quebraré.
Comprendo el coraje.
Entiendo los ojos.
Dulces dieciseis.
Chico cenicienta.
Perdiste el zapato.
Perdiste la cabeza.
Te enamoras fácil, ja ja.
Aún me retumba el grito de un personaje con el que estuve ayer.
Intento mirar fuera de mí.
Y solo veo oscuridad.
Perdona las borracheras.
Espero que lo veas más claro.
Serás un éscaner.
Y lo verás más claro.
Me gustas, te amo, amo cada una de tus costas.
He visto tus remolinos y mareas y huracanes y ciclones.
Abajo el reflujo del mar y arriba, la luna llena.
De cerca y de lejos.
Te leo.
Mira, el cielo, el mar, el océano, el sol, la luna.
Tocar.
Cambiar.
Mover.
Reemplazar.
Mira la pared, la habitación, la luz del móvil, la cama
Retirar.
Mantener.
Suponer.
Enrocar.
Navego a la deriva.
En la actualidad, cuando nadie sabe donde va.
Y todos van al mismo sitio.
El sol crea sombras.
En tu cara, ye le viento ondula tu pelo y...
Las calles parecen playas.
Los jóvenes mueren antes de tiempo.
Y no recuerdo lo que sentía
Aunque no hace tanto tiempo.
Mi pragmatismo desenfadado.
No conoce de altruismos grandilocuentes.
Aunque estas frases en si mismas sean un oxímoron.
Así lo veo yo.
No señalo mi tiempo con fechas, vacaciones.
Ni con sabiduría marchita, representantes del karma.
Yo no aprendí a despedirme.
Soy práctico .
Tímido.
No tengo mucho.
Pero lo que tengo, lo sabes, es oro.
Que no reluce.
Pero vale más.
Y brillará más.
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