Escribir cuando no puedes decir

Tú y yo estamos dispuestos,
Tú y yo estamos dispuetsos,
Tú y yo tenemos derecho a entendernos.

Todo esto empezó cuando vimos,
Todo esto empezó con cerveza,
Todo esto mme traerá de cabeza otra vez;


Nadie quiso aceptarlo al principio,
Nadie quiso creerse la historia,
Nadie quiso entender los motivos y darnos la gloria

Quizá perdí muchas cosas,
Quizá lo vi todo de rosa,
Quizá fuiste impetuosa y me hiciste dudar.

Al principio dudábamos ambos,
Al principio querías besarme
Al principio  dejaste de impronta tu obra de arte;

Una noche de Sábado fría
una noche de sabado oscura,
esa noche mordiste mi labio y se hizo locura;

Juré que merecía la pena
Juré que quería romperme
Juré que cambiaba la suerte por ti;

Dijiste ha sido divertido;
dijiste que ya no sabía
dijiste una cosa e hicmos la otra al final.

Pasaron meses y nueces,
Pasaron rápido las más de las veces;
Pasaron y ahora miras hacia atrás.

Y no sé si es suficiente, contar más, el caso es que uno no comprende que tu pienses en volar,
que yo soy quien prometió servirte más, que las cosas que uno piensa las tiene que contrastar, y los placeres que vienen y van no duran como el real, que te quiero respirar, y uno sabe que dolerá; que lo que hacías era amar, y que todo llegará.