Hace 3 años, un 12 de octubre recibí un puñetazo que me hizo sangrar la encía,
y se supone que ahí empezó todo;
Hoy, he terminado de recibir un puñetazo más largo, más fuerte que me hizo sangrar por dentro;
y se supone que aquí acabó todo.
La gente no cambia en absoluto.
Quien a hierro mata, a hierro muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario